Es posible reducir la huella de carbono de los productos de la primera transformación tanto en Portugal como en España cambiando el consumo eléctrico de las naves industriales a fuentes renovables. Permitiría reducir la huella de carbono un 6,1% en Portugal y un 8,4% en España.
La disminución de las distancias de transporte también se traduciría en una disminución de la huella de carbono (-2,8% en Portugal y -2% en España).
Es posible afirmar que el reconocimiento, aunque parcial, de la capacidad de retener carbono en los productos resultantes de la primera transformación de la resina natural europea mejoraría los resultados del respectivo comportamiento del carbono, por lo que debería ser objeto de atención en análisis futuros.